"Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino". Sigmund Freud

jueves, 23 de junio de 2011

¡Un GPS a la derecha, por favor!

Soy una persona desorientada.

Me refiero a que si me llevan con los ojos vendados en un auto y en determinado momento me bajan en una esquina, y me quitan la venda de los ojos, las probabilidades de que me abrace a un semáforo a llorar son del 99,9 %.
¿Qué? Son cosas que pasan todos los días no me diga que no. Es una situación de lo más real.

El tema es que ni con una brújula en la mano me ubico, creo que de hecho sería más desastroso aún.
¿Cree que exagero? He aquí la prueba:
Hace muchos años, estuve en un pequeñísimo pueblo de la provincia de Buenos Aires, yo iba a cargo de un grupo de adolescentes y tuve que salir el primer día a reconocer el terreno. Ja...¡a reconocer!

A ver si me entiende. Estamos hablando de un típico pueblito, de esos diagramados especialmente. La plaza en el centro, al frente la iglesia, la comisaría y la municipalidad. Diez cuadras por diez cuadras. Listo, se acabó el pueblo.

A las dos horas y media, me salieron a buscar. Y me encontraron...

...en la plaza, en frente de la iglesia, la comisaría y la municipalidad. Parada arriba de mi mapa, tratando de descifrar para qué lado tenía que caminar para volver al punto de donde había salido.

Fue una humillación absoluta, porque no contentos con las bromas en el momento del encuentro, una vez que nos reunimos con el resto del grupo (si, claro, todos lo supieron) se encargaron de recordármelo en cada ocasión que encontraron... que fueron básicamente todas hasta el día de la vuelta. Por supuesto, mi autoridad quedó sepultada bajo el monumento de la plaza, en frente de la iglesia, la comisaría y la municipalidad.

Pero hay una extraña excepción a esta regla de desorientación absoluta.
En las únicas zonas en las que me ubico a la per-fec-ción es en las que me he desenvuelto laboralmente. Tengo que aclararle -porque probablemente usted no lo sepa- que yo me he desenvuelto laboralmente en muchos y muy variados lugares. Porque he trabajado de tantas pero tantas cosas, que podría escribir otro post, o varios más, contándole sobre mi pasado ocupacional. Si, si, planeo hacerlo, descuide.

Y resulta que en esas zonas (reducidas eh?) me muevo como pez en el agua. Sé perfectamente en dónde me encuentro, hacia donde ir, cómo volver al punto de salida, y si de casualidad me encuentro con algún turista desorientado parezco la porteña con más calle de esta ciudad.
Son algo así como "islotes de capacidad orientativa"...qué se yo. No le encuentro explicación alguna a que una característica que no poseo, aparezca súbitamente en ciertas zonas geográficas, para desaparecer con igual rapidez una vez que me alejo de ellas.

Es un fenómeno que realmente me llama la atención, y siempre me pregunté a qué se debería...¿alguna idea?

lunes, 20 de junio de 2011

Opening night


Dejemos algo en claro. Este es MI espacio. Usted es un invitado y, como tal, supongo que se comportará con la debida educación.

Yo le cuento, usted escucha.

Para variar, porque normalmente para mi es al revés: yo escucho, alguien habla, hago algunas intervenciones, interpretaciones más, interpretaciones menos (de acuerdo con los tiempos de cada quién), honorarios y a otra cosa. Nos vemos la semana que viene.

Así que, como le decía, acá la que habla soy yo, la que cuenta, opina, critica y pontifica.

¿Qué usted que hace? Bueno, ¡escucha! No es tan difícil y es, además, un excelente ejercicio. Le va a venir bien.

Usted sabrá además (y si no sabe ahora se entera) que un buen profesional anda siempre con su "cara de poker", haciendo distorsión paratáctica (che, la boca!) y no tiene demasiada oportunidad de demostrar cuánto le afecta la barbaridad que está escuchando, o si está emocionado, asustado, con unas terribles ganas de ir al baño, o quedándose dormido.

Por lo tanto, he decidido abrir este espacio  de -llamémosle- relajación personal en el cual vomitaré "a piacere" todo aquello que no tenga dónde ser depositado en el resto de mi semana. Si, ya sé, sonó bastante escatológico pero no se asuste que no voy a dar ningún espectáculo. Y donde no tenga que ser políticamente correcta -a menos que quiera claro- porque como ya dije este es mi espacio y acá hago lo que se me cante.

Y porque además siempre viene bien un lugar donde nadie se me ofenda, levante defensas innecesarias, mande a los padres a hablar al colegio por culpa de la profesora de Psicología (o sea mía), o me mande una carta documento (no es que me pase seguido ¿eh?).

Bueno, así que ya está avisado.

Lo espero cuando quiera.

Bah, más bien: lo espero cuando YO quiera.